martes, 4 de julio de 2017

Estrategias para superar una oposición

Hoy nos vamos a parar un poco en este tema, por si alguna persona se va a embarcar en este bonito reto¡ LAS OPOSICIONES.


Una oposición es una carrera de fondo en la que la persona que la prepara es mucho más decisiva que los propios competidores. La decisión de prepararla es relevante y marca una importante etapa, no exenta de incertidumbres. La forma de llevar a cabo la preparación influirá mucho en los resultados.
Básicamente hay tres maneras de preparar una oposición:
  1. La autopreparación. Consiste en preparar por nuestra cuéntala oposición sin recurrir a personas o empresas externas.
  2. Las academias. En la mayoría de localidades hay academias que organizan grupos de preparación de oposiciones. Pero normalmente cuanto más específica o de mayor nivel sea la oposición menos probable es encontrar academias especializadas en su preparación.
  3. Los preparadores. Son antiguos opositores que en su tiempo libre se dedican a preparar individualmente a uno o a varios opositores.
Veamos a continuación diversas variables que influyen en la planificación:
La elección del sistema de preparación
¿Cual elegir?. La decisión es muy personal. Hay varios factores que pueden guiar al opositor:
  • Tipo de oposición y disponibilidad para estudiar.
  • Capacidad y hábito de estudio
  • Lugar de residencia del opositor
  • Existencia de grupos de opositores
  • Tiempo estimado hasta los ejercicios
El temario
La pregunta habitual de una persona que se plantea opositar es ¿hago mi propio temario o compro uno hecho?. La recomendación es, si hay alguno disponible, comprarlo elaborado. No obstante confeccionar por entero un temario supone un riesgo psicológico, pero es asumible si:
  • Es imposible de encontrar uno de calidad
  • Los materiales de los que se dispone son muy escasos o de baja calidad
  • El temario es breve o muy breve (menos de 60 temas)
  • Se cree un grupo cualificado de opositores
  • El grueso del temario está confeccionado y sólo se trata de ampliar o adaptar contenidos
La segunda pregunta que se plantea es cómo elegir el temario. Algunas recomendaciones pueden ser:

  • Buscar referencias y pedir opiniones
  • Comprobar facilidad de acceso visual al texto
  • Revisar actualización de datos, normativa, etc.
  • Comparar con otros textos
  • Hacer una prueba de estudio
  • Un temario puede ser bueno según qué opositor
La organización del tiempo y el esfuerzo
Los principales factores a los que se debe prestar atención en la distribución del tiempo son:
  • Distribución total del tiempo: lectura, resumen, memorización, esquemas, repasos, autocontroles…
  • Compromiso con el plan
  • Nivel de flexibilidad del sistema
No hay un sistema único ni mucho menos pero el más habitual es seguir un sistema de vueltas. El mismo se caracteriza por:
  • La primera vuelta es la más importante. Cuanto más exigente sea una oposición mayor debe ser el número de horas diarias invertidas en esta primera fase, antes iniciaremos la segunda vuelta y menos conocimientos olvidaremos.
  • A más vueltas, más rapidez. Por una parte todo lo que se lee suena, pero a cambio hay que abarcar más contenidos cada día.
  • A más vueltas, más seguridad. Esto ocurre porque el opositor tiene ya mucha confianza en los conocimientos adquiridos.
  • Equilibrar tiempo de estudio y profundidad. Es igual de negativo estudiar duro y de memoria pero pocas horas, que estudiar muchas pero sin profundidad. Tanto en uno como en otro caso las pérdidas de conocimientos son importantes.
Algunos puntos importantes para distribuir adecuadamente el esfuerzo cuando se estudia una oposición son:
  • Empezar a estudiar directamente y a la misma hora. La rutina facilita la predisposición mental. Se debe elegir el horario idóneo, distinto en cada persona. Por regla general evitar las noches.
  • Respetar el tiempo de descanso y el tiempo de trabajo. Tanto diario como semanal, incluyendo las horas necesarias y regulares de sueño
  • Saber entender lo que significa el “status” del opositor. Conciencia de situación.
  • Detalles de disciplina personal. Limpieza, ordenación objetos, evitar contactos negativos, etc.
  • Correctas condiciones ambientales de estudio. Luz, ruido y temperatura. Evitar bibliotecas. La música es aceptable pero no recomendable, ya que distrae.
  • Adquisición de hábitos saludables. Practicar algún deporte esporádicamente. Eliminar tabaco y alcohol: perjudica mentalmente y es fuente de enfermedades constantes.
  • Nunca doblar el tiempo de estudio. Se puede dejar de estudiar en casos excepcionales, pero bajo ningún concepto se debe intentar recuperar el tiempo perdido.
  • Limitación de vacaciones. Evitar periodos prolongados, en especial en las primeras fases de estudio.
  • Ocultar inicialmente el temario. Mentalmente es mejor percibir la oposición como piezas de un puzzle que no como un inmenso cuadro.

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